domingo, 20 de enero de 2013

Mi triste desaparicion (necesito ayuda os lo suplico!)

Si alguna vez vuestra madre ha perdido la confianza en vosotras porque se ha dado cuenta de lo que estas haciendo a sus espaldas, si alguna vez os han metido en un hospital porque creen que estas loca o si alguna vez has visto tu cara de desesperación dibujada en otras caras; si te ha ocurrido todo eso, no te aconsejo leer esta entrada para volver a sentirlo.

Si, amigas, me han metido en un hospital. Todo comenzó cuando yo estaba tan feliz (bueno no tanto) con mis 49'7 kilitos cuando en medio de una carrera en gimnasia me desmayé. Ya era la tercera vez que me desmayaba , pero la primera rodeada de tanta gente.
Me llevaron al hospital donde, mientras yo estaba inconsciente, le dijeron a mis padres que tenia muy bajas las defensas, muy bajo el azúcar y estaba desarrollando anemia, el pelo se me caía tanto que apenas tenia pelo en la sien y tenia el vientre tan plano que me sentía orgullosa de él. En resumen solo me alimentaba de agua.
 Le dieron a mi madre la opción de meterme en un hospital pero ella se negó y sin que yo supiera que ella lo sabia me cebó como a un pavo el día de acción de gracias.
Estaba ganando peso, demasiado para mi parecer e intente expulsar todas esas calorías de otra forma...
Mia no me ayudó, no se porqué, pero un día en el que me había dejado el cerrojo del baño abierto mi madre entro y me descubrió.
De nada sirvió decirle a mi madre que me había sentado mal la comida, ella aceptó la recomendación del médico y me metió en un hospital nutricional.
Es muy difícil explicar las caras de sufrimiento que vi allí, algunas chicas lloraban cada noche y sus llantos me llegaban al alma. Yo les acompañe en cada una de esas noche con mis sollozos.
 Otras intentaban guardarse cuchillos u objetos afilados para cortar sus perfectos cuerpos.
Otras parecían estar felices, pero eso era por culpa del cebamiento de pastillas al que nos sometían.
El resto, grupo en el que me interné en el segundo mes, eran las chicas que comían, vomitaban, escondían la comida y hacían ejercicio desnudas en las duchas.
Era fácil al principio y así conseguí no ganar tanto peso (aunque nunca conseguí vomitar).Tenía amigas pero seguía dentro del hospital.
Una de ellas me dio un sabio consejo y fingiendo estar recuperada y con 56 kilos salí del hospital.
Ahora mismo peso tanto como cuando entre en ana, pero hay una única diferencia...
No se como volver a entrar. Mis padre no me vigilan tanto pero a mi me parece que si y no puedo parar de comer.
Mi estómago de ha ensanchado y esta acostumbrado a comer, comer y comer.
Chicas ayudadme. Ha sido muy duro y lo sigue siendo.... Por favor, por favor. Necesito consejos, para vomitar, esconder, lo que sea!
Amigas, princesas. Por favor.
















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